En Muleysa disponemos de pendientes con distintos tipos de cierres. A continuación te explicamos como son los más comunes.

Uno de los más usados en joyería es el cierre a presión, la parte trasera tiene forma de mariposa y el palito que está unido al pendiente encaja perfectamente al llevar un pequeño surco. Algunos pueden tener un pequeño encaje en el hilo o palito que hace que no se resbale con facilidad al introducir la parte trasera. Este tipo de cierres pueden tener el inconveniente que si se quitan y se ponen muy a menudo pueden aflojarse.

Una variante del cierre a presión es el cierre de rosca. En este caso cierre va a rosca, es decir que el palito o hilo lleva unas endiduras para que el cierre se enrosque. Este tipo de cierres son utilizados para bebés, niñas y para personas que no se quitan los pendientes para dormir o para ponerse en agujeros adicionales, ya  que no se te clavan. Hay que cerciorarse de que están roscados a tope, si no se corre el peligro de perder el pendiente. Este tipo de cierres se ponen en pendientes pequeños.

El cierre de gancho o hippie se utiliza en pendientes que quedan colgando, son fáciles de poner y quitar y tiene forma de gancho curvado que, simplemente se introduce en el orificio del lóbulo de la oreja. Puede ser cerrado o abierto.

Uno parecido es el cierre ballestilla que consta de un perno curvado que se ajusta a una palanquilla articulada.

Por otro lado está el cierre omega que combina un perno liso redondeado, que es el que se introduce contra el lóbulo de la oreja, esta forma es la que le da nombre al cierre. Es un sistema muy utilizado en pendientes de cierto peso y tamaño, ya que, se ajusta perfectamente y consigue una en el lóbulo de la oreja, con otro hilo formando una pala hueca basculante que presiona el pendiente gran sujeción.

Y por último está el cierre insertado o africano que es el utilizado en pendientes tipo aro o criolla. Es uno de los más fiables y no causa molestias en las orejas.

Ahora que ya sabes cuales son los que van contigo ve a Muleysa.com